Noticia
Pasión, tesón y cercanía para liderar en femenino
Moderada por la periodista gastronómica Esperanza Peláez, cuatro significativas mujeres directivas del sector alimentario han coincido en que valores como la cercanía, la pasión y el tesón caracterizan el liderazgo empresarial en femenino.
Procedentes de campos como la enseñanza, el mundo rural, la restauración y el del vino, las cuatro participantes han coincidido en que la mujer en el mercado laboral, y más acentuadamente en el agroalimentario, tiene “tendencia a la autolimitación”, como ha explicado Laura Morcillo, consultora gastronómica y fundadora de la escuela multidisciplinar de gastronomía y turismo MOM Culinary Institute. “Aunque la cosa está cambiando, es cierto que en los procesos de selección sigue habiendo un sesgo silencioso. Se da por hecho que el hombre encara con ambición un puesto directivo, y que es capaz de asumir todas las funciones; las mujeres todavía nos vemos obligadas a demostrarlo. Pero no tenemos que ser mujeres perfectas, solo personas felices y satisfechas con lo que hacemos”, ha argumentado.
Sobre esta idea de la perfección y la exigencia, la propietaria de Bodega Victoria Ordóñez & Hijos (Málaga) Victoria Ordóñez ha confesado que, aunque “un 40% de los vinos que bebemos en España ya están elaborados por enólogas, tenemos menor visibilidad porque nos vendemos menos, ya que la mujer en el vino no trabaja desde el ego, sino desde su visión o concepto de un proyecto”. Médico de profesión, pero vinculada al mundo del vino desde su infancia, desde 2015 trabaja en la recuperación de la variedad autóctona más emblemática de Málaga: la uva Pedro Ximénez del Parque Natural de los Montes de Málaga. “Nuestros vinos, además de elegantes y singulares, son muy gastronómicos, y se venden muy bien en hostelería. Por eso “apuesto firmemente por la figura del sumiller, que lejos de ser un gasto supone una inversión para el restaurante, ya que eleva su valor, además de reportar un beneficio económico”, ha señalado.
El talento siempre está en casa
Para Esther Cueli, directora General de la compañía asturiana Aguas Fuensanta (Nava, Asturias), ”a veces tenemos que salir de nuestro pueblo o ciudad pequeña, ocultando nuestro origen incluso en el CV, para darnos cuenta de que en el medio rural sobra oferta y demanda de talento”. Y lo sabe por experiencia, ya que tras más de 25 años asumiendo la gestión y dirección de empresas en el mundo financiero y asegurador, asumió en 2004 el reto de reflotar Fuensanta, entonces en concurso de acreedores, y que ahora exporta a medio mundo su agua minero-medicinal y derivados. Una intensa ocupación profesional que, sin embargo, le permite conciliar. “Yo no renuncio a nada” ha asegurado, concluyendo que, para ella, “en las empresas no hay sexos, solo hay personas por las que hay que apostar”.
Y para desgranar todos estos aspectos desde la perspectiva de la mujer en el medio rural, ha intervenido la presidenta de la Federación de la Asociación de Mujeres Rurales FADEMUR y vicepresidenta de la Fundación ACODEA Teresa López. “La desigualdad profesional es una evidencia. Podemos verla más o menos, pero existe, y en el campo se acentúa. La invisibilidad de la mujer en el sector primario es un clásico”, ha sentenciado. Teresa, que trabaja por la defensa de los derechos de las más de siete millones de mujeres que trabajan en el medio rural, asegura que la marcha de la mujer es una causa determinante en la despoblación, “porque cuando un pueblo se masculiniza, envejece y muere. La clave es corregir las muchas carencias que nos expulsan, porque nosotras nos queremos quedar, pero no a cualquier precio”. Y para lograr el equilibrio y el reconocimiento, las mujeres en este sector también se agrupan y se ayudan. Una de las iniciativas que lo hacen posible es la lanzadera Rurality, promovida por FADEMUR, “que ha generado una gran red de mujeres conectadas para lograr romper barreras en temas de tecnología o financiación, y reman juntas para lograr valorizar nuestras explotaciones, haciéndolas más sostenibles y productivas”, ha informado.
“Debemos hablar de la hostelería en positivo”
Por último, retomando el aspecto de la conciliación laboral y familiar, para ninguna de las oradoras ha supuesto un problema en sus respectivas carreras, aunque sí reconocen que la fama de mercados como el gastronómico acaban espantando a la mujer. “Siempre hablamos de que la hostelería es muy sacrificada, pero creo que no lo es más que otras profesiones”, ha criticado Laura, “considero que se puede conciliar perfectamente, y lo único que estamos haciendo es lanzar mensajes que alejan al talento del sector”.